Yoga en Tailandia. O un viaje que me ha cambiado la vida.

Nunca sabes cómo un viaje puede cambiarte la vida.

Ya te conté que este verano me fui de viaje a Tailandia. Era  un viaje organizado por la agencia de viajes Mint 57 y yo iba como profesora de yoga.

Recorrer Tailandia, practicar yoga, disfrutar de la gastronomía y aprender de una nueva cultura, ese era el plan.

Todo ello junto a las cuatro maravillosas personas que se apuntaron al viaje y que han sido lo mejor de la experiencia. Me siento muy afortunada y agradecida de haber compartido este viaje con ellos. (¡Viva Ulanda o Ulandia….! 😉 )

 

Pero no sabía que iba a ser mucho más que un viaje.

Lo que este viaje me ha hecho es:

Parar. 

En los meses justo antes de irme de viaje acababa de abrir la sala. Un nuevo proyecto que me ilusiona muchísimo, pero que también requiere mucho tiempo y dedicación.

Por lo que desde febrero, (que fue cuando dejé mi trabajo de contrato indefinido en un sitio donde me cuidaban muchísimo y apostarlo todo por el yoga) estuve sin parar de trabajar. Preparando el espacio, preparando clases, haciendo publicidad, creando contenido para el blog, los cambios de la web, sesiones de fotos, talleres…

Estaba tan atrapada en la rueda del hacer que no me enteré hasta que llegué a Tailandia de que no había parado ni un momento.

No me había concedido ni un segundo en pararme a ver qué era lo qué ocurría a mí alrededor y mucho menos dentro de mí misma.

El viaje me hizo bajar el ritmo por completo. Me paró en esa especie de carrera que había mantenido durante meses. Como los pobres hámsters que meten en jaulas y les ponen una rueda para que corran, así había estado yo.

El viaje fue un auténtico y delicioso parón que agradecí infinito. Aunque estaba trabajando, pude dedicarme tiempo para estar presente, y dedicarme solo a lo que estaba ocurriendo en ese instante.

Vivir. 

De pronto, lo único que tenía que hacer era vivir. Vivir el momento. Estar con los que me rodeaban, escucharles, compartir el yoga con ellos. Vivir lo que sucedía a mi alrededor

En los meses anteriores al viaje mi vida había sido solo trabajar, trabajar y trabajar. Que a veces toca  hacerlo y lo hago con todo el amor del mundo, pero eso desgasta. Y de pronto en Tailandia pude vivir.

 

[cp_popup display=”inline” style_id=”2933″ step_id = “1”][/cp_popup]

Descubrir y conocer. 

Al parar y comenzar a vivir el presente descubrí muchas cosas. 

Por supuesto, externas, los paisajes, la gente, la comida, la cultura, el idioma, las costumbres….

Pero además de mí misma. He descubierto nuevas partes de mí, nuevas capacidades, nuevas limitaciones… he descubierto cosas que no se habrían revelado en otras situaciones más que en ese viaje.

Por supuesto conocerme más. En otros ambientes, con gente nueva, en otras situaciones… Y me ha encantado. He aprendido mucho de mí. Por supuesto se han revelado cosas mejores y otras peores, pero son mías y me parece importante conocerlas.

Ver las cosas de otra manera.

Estar en otro lugar te hace ver las cosas distintas. Cambia tu perspectiva por completo y de pronto lo que antes tenías claro que era de una manera de pronto comienzas a verlo de otra forma

Y eso me ha ocurrido a muchos niveles. Me he permitido ver las cosas desde un ángulo distinto, relativizar ciertos aspectos y aumentar la importancia de otros.

Replantearme cosas.

Por supuesto, todo esto ha hecho que me replantee muchas cosas. Tanto a nivel personal como a nivel laboral.

Me he planteado que deseo cambiar ciertas cosas, darle mucha más importancia a otras, deshacerme de otras…

Disfrutar.

Pero todo esto me ha ocurrido porque he vivido la gran experiencia que ha sido este viaje. 

Porque he tenido la suerte de visitar los lugares que visité y sobre todo en la compañía con quien lo hice.

He disfrutado de cada momento. De risas, de sorpresas, aprendizajes, conversaciones, conocimientos…. 

Solo tienes que ver el vídeo para comprobarlo.

VÍDEO VIAJE DE YOGA A TAILANDIA

Gracias al grupo y gracias a Mint 57.

Este viaje ha sido muuuuucho más que un viaje.

Y el próximo está por llegar. A mí me encantaría ir a Sri Lanka. Y ¿A ti?

Cuéntamelo en los comentarios porque estamos preparando el próximo viaje y queremos que tú nos acompañes.

Comparte.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest

Suscríbete.

Comienza hoy mismo a conectar y disfrutar de ti misma y practicar dónde y cuándo quieras con el reto gratuito de 7 días que he creado para ti.

Quizás te interese...

1 comentario en “Yoga en Tailandia. O un viaje que me ha cambiado la vida.”

  1. LUIS VICENTE MARTINEZ VALERO

    Quiero darle un gran saludo bella: te admiro por lo que hizo por su plan en Tailandia, por tu grupo que te acompaño, y gracias a Dios que te acompaño en tu viaje, por dejar tu trabajo y hacer un proyecto muy diferente con el yoga, es de admiración querida, pero su inteligencia le abrió nuevos caminos, vivió el momento y con los tuyos que te acompañaron, quiero que disfrutes de tus nuevos proyectos y sea feliz preciosa. Gracias por compartir, quiero tomar unas clases tuyas gratis, si se puede me oriente gracias mi DIOS te ilumine

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

“Al enviar aceptas la política de privacidad. Los datos que proporciones al enviar tu comentario, serán tratados conforme la normativa vigente de Protección de Datos y gestionados en un fichero privado por María Langenheim Moreno, propietaria del fichero. La finalidad de la recogida de los datos, es para responder únicamente y exclusivamente a tu comentario. En ningún caso tus datos serán cedidos a terceras personas. Consulta más información en mi Política de privacidad.

CREA LA VIDA QUE DESEAS

CREA UNA VIDA FUCKING DELICIOSA