Es muy duro, pero a la gran mayoría de personas nos han enseñado que sentir o expresar emociones es malo, no es adecuado, es peligroso, es de débiles…
Hemos crecido ocultándolas, evitándolas, negándolas, sintiendo vergüenza por ellas, sintiéndonos inadecuadas. Ello nos lleva a muchas dudas sobre nosotras mismas, malestar interno, sufrimiento, culpabilidad, vergüenza, relaciones tóxicas, adicciones, etc…
La gestión emocional te permite comprender que todas las emociones son válidas, son necesarias, son importantes. La gestión emocional te permite tener una adecuada salud mental y emocional.
La mayoría de las personas tenemos una pobre gestión emocional y eso nos complica mucho la vida, no nos damos cuenta pero nos afecta. Mucho.
El caso es que históricamente se ha dado mucha más importancia al CI o coeficiente intelectual. Y con ello a la inteligencia puramente intelectual.
Desarrollar nuestra capacidad y nuestras habilidades intelectuales, claramente es necesario para adaptarnos a nuestro entorno.
El aprendizaje y el conocimiento de temas como matemáticas, lenguaje, geografía, historia, etc… Son una base fundamental para nuestro desarrollo dentro de la sociedad. Y eso es lo que nos han enseñado en la escuela.
Ya sabes, aprenderte cosas que te resultaban medianamente interesantes en el mejor de los casos y aburridísimas en la mayoría.
Lo que se ha olvidado bastante es que vivimos en sociedad porque somos seres sociales, y por tanto hemos de relacionarnos.
En esa relación con los demás es básico y fundamental desarrollar la inteligencia social y emocional.
De esta parte se olvidaron bastante en la escuela y por lo general en casa, si has tenido suerte habrás dado con adultos de referencia algo más sensibles y te han ayudado en algún momento a gestionar situaciones como:
Un enfado con tu mejor amiga/o. Un rechazo por parte de tus iguales. Una situación violenta. Una decepción profunda. Un abandono. Un abuso. Etc….
Todas estas situaciones y muchas más en las que has podido sentirte de diferentes maneras, eran tan importantes como aprender una raíz cuadrada, o bastante más.
Todas esas situaciones han generado en ti diferentes emociones y era necesaria su adecuada gestión. Llorar, enfadarse, sentirse frustrada…. Todas son emociones importantes.
Aunque es probable que te hayan dicho que no lo son, que las reprimas, las ocultes.
“Enfadarse no es de señoritas”, “Llorar es de débiles”, “Sonríe que estás más guapa”, “Venga anímate, que no es para tanto”…..
¿Por qué es tan necesario gestionar adecuadamente las emociones?
“Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta sencillo”.
Aristóteles, Ética a Nicómano.
Efectivamente, como bien dijo Aristóteles, todas las personas nos enfadamos, nos sentimos frustradas, nos alegramos, nos entristecemos…
Pero no todas las personas somos capaces de gestionar esos estados de manera adecuada y eso nos afecta a nuestro día a día.
¿Qué te permite la gestión emocional?
1. Identificar las emociones.
Somos capaces de sentir un amplio universo de emociones. Pero muchas veces no salimos del “estoy bien/mal” .
Para gestionar una emoción de forma adecuada necesito algo más que un “bien” o un “mal”. Eso no son emociones. Y no es lo mismo sentir ira, que sentir frustración o que sentir miedo.
Son emociones diferentes y se gestionan de manera diferente.
2. Comprender que son una parte de ti importante.
Las emociones existen por algo, no porque quieran hacernos daños o fastidiarnos la vida. Tienen un propósito importante para ti y para tu desarrollo y tu adaptación a la vida.
3. Identificar el significado de la emoción que estás sintiendo.
Si, aunque no te lo creas, cada emoción tiene un significado, y cuando aparece te está hablando de algo importante de ti misma y de tu vida.
Cuando no las gestionas correctamente, estás perdiendo una información muy valiosa que necesitas para tu vida. Puede estar hablando de tus necesidades, de tus deseos, de tus relaciones, de tus límites…
Si no aprendes a escucharlas esa información se pierde.
4. Expresarlas de manera adecuada.
Tus emociones mal gestionadas pueden causarte muchos problemas. De hecho, una parte importante es la expresión de las emociones.
No sabemos expresarlas correctamente y en multitud de ocasiones terminamos haciéndolo de la peor manera y con la persona incorrecta.
¿Te ha pasado? ¿Has estallado alguna vez en el peor momento con la persona menos adecuada? ¿O has dejado de decirle lo que sentías a la persona a quién tenías que habérselo dicho?
5. Expresarlas en el momento adecuado.
No siempre es el momento adecuado para expresar tus emociones, pero es bastante importante expresarlas en algún momento.
Cuando te llevas bien con tus emociones, sean las que sean, puedes hablar sobre ellas en el momento correcto.
Un momento en que te sientas a gusto, cómoda y segura para expresarte. Un momento en el que puedas sentir que eres escuchada.
A veces no sabemos elegir el momento y la persona que está enfrente no está preparada para tener esa conversación.
Saber elegir el momento adecuado es importante.
6. Procesarlas.
Las emociones vienen y van. Y se van, solo si las procesamos.
Cuando no nos permitimos procesarlas y las reprimimos, las negamos o solo le damos vueltas en bucle y nos enganchamos a ellas. Se quedan, y eso genera malestar a nivel físico, mental y emocional como te decía en el post anterior. (puedes leerlo aquí si aún no lo has hecho).
7. Conocerte a un nivel más profundo.
Conocerte y conocer tu maravilloso universo interior te permite vivir mejor a todos los niveles. Saber qué necesitas cuando te sientes de determinada manera, saber cuales son tus momentos adecuados para expresarte y con quién te sientes más a gusto es hacerte la vida más fácil y más bonita.
Y cuanto más te conoces mejor te adaptas a tu entorno, mejores relaciones tienes, más capaz te sientes de afrontar los desafíos de la vida.
Gestionar tus emociones de manera adecuada es vivir mejor y más a gusto contigo misma.
Es perderle el miedo a sentir, es perderle el miedo a mostrarse vulnerable, es perderle el miedo a no saber controlar. Porque no hay que controlar nada.
Es cuestión de saber comunicarte con tus emociones, escucharlas, sentirlas.
¿Te cuesta gestionar las emociones? ¿Las sueles reprimir? ¿Negar? ¿Te enganchas en bucle a ellas?
Si quieres saber más sobre Gestión Emocional, te invito al taller online que impartiré el 16 de Noviembre a las 18:00h (hora española peninsular).
Una oportunidad para aprender a identificar tus emociones, a conocerte más, a escucharte y saber cómo necesitas expresar esas emociones de la mejor manera para ti. Y sobre todo soltar el miedo a sentir.
Tus emociones están de tu lado. Quieren que vivas la vida de la mejor manera.
Puedes reservar tu plaza para el taller ya mismo en este enlace:
Taller Online de Gestión Emocional: Comunícate con tus emociones.
Y tú ¿qué relación tienes con tus emociones? ¿Te cuesta expresarlas? ¿Te da miedo sentirlas? ¿Te han enseñado que mostrarse vulnerable es malo o peligroso o no es adecuado?
Te leo en comentarios.
Con cariño,
María.
2 comentarios en “Gestión emocional. ¿Por qué es importante para tu bienestar?”
Hola María.
Mis emociones últimamente son lo más parecido a una olla exprés, bulle que te bulle ,
y la verdad , no sé muy bien hacia dónde me llevarán.
No escojo bien el momento ni el tono para dejar claras algunas cosas, pero sí a las personas ( por ahora, claro ) . Aunque no me falta razón en lo que digo , siempre me reprocho la forma .
Un besazo gordo . Siempre agradecida.
Muchas gracias por tu comentario Mª Luisa, que bonito que compartas esto. Creo que nos pasa a muchas de vez en cuando, que por no identificar, observar y permitirnos sentir las emociones en su momento, vamos acumulando como tú dices, como una olla exprés, y si no se gestionan adecuadamente, explotamos y soltamos todo de la peor manera, además lo que solemos conseguir no es, ser escuchadas, sino que la otra persona se sienta ofendida (en el mejor de los casos o atacada en el peor) y o no nos tome en cuenta, o termine todo en una discusión.
Solución, aprender a sentir sin miedo, a expresarnos a pesar de sentirnos vulnerables, etc….
Todo eso lo veremos en el taller de Gestión Emocional: Sentir sin Miedo. Qué ganas de compartir todo lo que tengo preparado!!!
Un abrazo.