Practicar yoga puede ser un auténtico bálsamo para un mal día.
Colocar la esterilla, los pies descalzos que te conectan a la tierra, el olor del incienso, la música agradable…. Sólo eso ya consigue comenzar a relajar tus músculos, a calmar tu mente, a suavizar las emociones intensas y a desconectarte del exterior para comenzar a conectar con el interior.
Una auténtica maravilla, ya lo sabes.
Pero todo esto se puede ir a la mierda. Y muy fácilmente.
Tan sólo con que te ocurra una de estas cosas puedes fastidiar totalmente tu estupendísima práctica de yoga.
Y en vez de flotando (porque yo suelo terminar como flotando, ¿Y tú?) terminar mal o quedarte igual que antes, lo cual también es malo, porque vamos a yoga para salir como nuevas.
Y a mí alguna vez me ha pasado (unas cuantas, no te voy a mentir), alguna de estas cosas. Por eso te lo cuento, para que tú las puedas evitar en la medida de lo posible y hagas de tu práctica una experiencia estupenda.
No las he escrito en ningún orden especial, se me han ido ocurriendo sin más, y con algunas fliparás pensando que eso no pasa…Pues sí, he visto estas cosas en las clases de yoga, y lo que me queda por ver… el ser humano es extraordinario, jeje….
Vamos a verlas…
1. Llegar tarde
¡Buah! Esta, creo que es de las peores cosas que te pueden pasar. Al menos, desde mi punto de vista. Y es obvio que te lo digo porque me ha pasado, lo confieso. ¡Y lo he pasado fatal!
Llegar tarde supone interrumpir en una sala totalmente en calma, dónde la gente está en silencio concentrada y entras tú, con tu torbellino de energía, porque llegas súper acelerada, claro, del curro, del tráfico y de que no llegabas.
No te ha dado tiempo a bajar un poco esos niveles de energía, ni te va a dar, porque te colocas en tu esterilla y ya en Adho Mukha Svanasana (perro boca abajo), porque ya están haciendo los primeros Surya Namaskar (saludos al sol) piensas “¡Joder, que vergüenza!”
Y eso te va a generar una mala energía que seguramente dure gran parte de la clase, y aunque vaya disminuyendo, porque lo hará, te habrás pasado media clase castigándote un poco por ello.
Que yo no digo que no puedas llegar tarde, a no ser que tengas una profe terrible todas te lo perdonarán, porque todas perdonamos esas cosas, menos tú, que serás la última en perdonarte.
Consejo, ve con tiempo y disfruta de tu práctica desde el comienzo.
2. No llevar todo el material
En concreto la esterilla.
Esto ocurre si estás acostumbrada a llevar tu propia esterilla, si aún no la tienes, ya te diré mis motivos por los que es importante tener una esterilla propia 😉
Si te has dejado tu maravillosa esterilla en casa te toca practicar con la de la escuela, y no está mal, pero hay tantas energías allí acumuladas, y otras cosillas…. Que la echarás mucho de menos, y no será lo mismo sin ella.
3. Hablar en clase
Si, hay gente que habla en clase, y mucho. Y no me preguntes por qué, porque es algo que no entiendo.
A no ser que la profe esté haciendo alguna demostración con alguna compi y se comente, o se trabaje en pareja y se necesite la comunicación, y vale, igual te lías un poco más, bien, no pasa nada.
Pero es que hay gente que charla en medio de una clase.
Si eres de esas no estas haciendo yoga, te lo aseguro.
Y te recomiendo quedar con tu compi para tomar un café, porque así no disfrutas ni de la clase ni de la charla. Y el resto tampoco.
4. Ir con ropa incómoda
Esta es otra de las cosas que sé que te fastidian la clase y mucho. Si no te sientes cómoda con la ropa que llevas… Lo vas a pasar mal.
Si los leggins se te meten por el culo, si el sujetador se te clava cada vez que apoyas el pecho en el suelo o cualquier otra cosa que te haga sentir mínimamente incomoda, al final te va a rebentar la clase.
Porque no va a dejar te centres, vas a estar con el “runrun” toda la hora.
Porfi, ve muy cómoda, da igual lo sexy que se te vea, lo importante es sentirse bien.
[thrive_leads id=’155′]
5. Dejar el móvil con sonido
¡Y que te suene!
Toda la clase en silencia, paz y calma y de pronto tu horterada favorita sonando a buen volumen.
Te pone los chakras del revés en un momento. Además de morirte de vergüenza.
El móvil en silencio por la salud de tus chakras.
6. Dejarse los calcetines puestos
Esto es que me pone nerviosísima como profe, me da repelus, jaja, soy una maniática.
Pero además para practicar, hacerlo con calcetines es terrible.
El yoga se practica en contacto con el suelo, lo más posible, para conectar con la tierra, para que la energía fluya de tu cuerpo hacia la tierra y viceversa con lo menores impedimentos posibles, así que con la esterilla suficiente.
Además, los calcetines resbalan en las esterillas que no veas, eso significa, cero concentración. Vas a pasarte media clase intentando no hacer el “espagat” mientras estás en Virabhadrasana I (Guerrero 1).
Y que es importante manener bien el contacto de tus pies en el suelo, para mantener tu cuerpo estable en las asanas y los calcetines no ayudan a ello.
¡Cero calcetines!
7. No hacer caso de tus límites
Sobrepasar tus límites sin conciencia y desde el puro ego, supone en el menor de los casos hacerte daño, y en el mayor lesionarte.
Y sobre todo, que eso no es hacer yoga, eso es competición, y amiga mía, aquí no estamos para competir.
Yoga es autoconocimiento, autoexploración, buscar el camino hacia ti misma, relajarte, sentirte a gusto… Así que a competir a las carreras.
Si, ya se que hay que esforzarse y superarse a una misma ( o no ¿eh?), claro, los límites están para superarlos y llegar a sitios increíbles (como te contaba en este post), pero siempre con conciencia, con amor y mucha escucha interna.
Porfa, escucha a tu cuerpo.
8. No prestar atención a las indicaciones de la profe
Ella te va a dar las claves exactas para llegar a la asana, como alinearte mejor, cómo respirar, etc… Y sobre todo cómo prevenir lesiones.
Gracias a ella tendrás una preciosa experiencia. Si estás a tu rollo pensando en otra cosa, poco vas a aprender o a sentir.
Y no tiene sentido dejarte la pasta si no vas a hacer ni caso, digo yo…
9. Compararse
La práctica de yoga es algo personal, es una experiencia, es algo que se siente y compararse no sirve para nada, mas que para frustarse o alimentar el ego, al que ya alimentamos bastante en esta sociedad competitiva.
Pagas las clases o dedicas tu tiempo para sentirte bien, conocerte mejor, descubir tu propio ritmo… eso es yoga, y compararse no sienta nada bien ni te hace fluir.
Porfi, no te compares.
10. Exigirse
Yoga no trata de llegar a ningún sitio, ni hay prisa, ni te echan si no lo consigues, ni es juzgar…
Y ya te exiges mucho en tu vida diaria, mucho.
Aprovechaa las clases de yoga o tu práctica en casa para felicitarte, por estar otro día más sobre tu esterilla, por escucharte, por respirar mejor, por prestar atención a tu cuerpo, por dedicarte tiempo a ti misma,…
Venga, que tú puedes.
¡Menos exigencia y mas amor y felicitaciones por todo lo que sí haces bien!
11. No escuchar la respiración
La respiración es tu guía, es quien mantiene la conexión entre mente, cuerpo y emociones… ¿Y no le prestas atencion? Mal asunto.
Mantener el foco en tu respiración es la puerta para todo lo demás, para apagar un ratito la mente y dejarte guiar por el sonido de tu inhalación y de tu exhalación.
Repite conmigo: Inhala… Exhala…
12. Llevar joyas
Un collar bien largo, que cuando llevas la cabeza hacia abajo te golpea en la cara, una pulsera que cada vez que apoyas las manos en la esterilla se te clava en el talón de la mano, los pendientes que se te enganchan con el pelo…
¡Qué follón!
Deja las alajas con los calcentines por favor. (NO hace falta que estén juntos 😉 )
13. No abandonarse en savasana
Esto sí que es un crimen.
Savasana o la relajación final es la postura más importante de todas, si, si, la más importante y ya te contaré bien los motivos, es donde asimilas todo.
Y si te pones a pensar en la lista de la compra, en que tienes que entregar un informe o que Sara no te ha devuelto la llamada la muy vaga, pues la clase no ha servido para nada.
Savasana es “modo off”, apaga el sistema y dejate llevar.
Notarás la diferencia te lo aseguro.
En fin…
Estos son algunos consejos para que tu práctica de yoga sea mejor, más profunda y más consciente.
Porque yo he hecho muchas de estas cosas, no te voy a decir que no, ni mucho menos (menos lo de los calcetines, jaja…) y por experiencia sé que evitar estas cosas hacen tu práctica sea mucho, mucho, mucho más enriquecedora.
Y aprender de la experiencia nos sigue haciendo igual de imperfectas, pero un poquito más sabias, que mola mucho más 😉
Y a ti, ¿Te ha pasado alguna de estas cosas? ¿Hay alguna que no puedas evitar?
Cuéntamelo en los comentarios, ya sabes que me encanta leerte.
Y si quieres compartir el post no tienes más que presionar uno de los botoncitos de la izquierda de la pantalla y yo te lo agradeceré con todo mi corazón.
Besos,
María 🙂
8 comentarios en “13 COSAS QUE HARÁN QUE TU CLASE DE YOGA SEA UNA MIERDA (LA ÚLTIMA SEGURO)”
Me ha encantado!!!
Cuando hablas de musica agradable… que tipo de musica seria?? Para poder buscar en youtube…queme recomendarías??
Muchas gracias!! Y esperando a la próxima entrada!!
Hola Alex, que bien! Me alegro muchísimo de que te haya gustado. Pues mira te voy a ser sincera, la música en yoga es algo taaan personal, que podría escribir un post entero sobre ello. Porque no tiene nada que ver escucharla así sin más, que cuando te colocas sobre tu esterilla, de verdad que cambia un montón. Pero como no quiero aburrirte con la respuesta porque me iba a enrollar un montón te recomiendo: Músicas suaves que te gusten, si no tienen mucha letra mejor. También puedes probar con músicas para meditación, en youtube hay un montón.
Yo a veces en clase pongo Deva Premal para iniciación o clases muy tranquilas o NU, Mooryc, Nicholas Jaar o Dj Drez para clases de vinyasa… Pero sinceramente, casi siempre que practico yo sola en casa me gusta practicar en silencio y atender a la respiración.
Espero que te haya servido la respuesta, sino, dímelo también, porfa! Gracias por estar ahí Alex y por comentar y preguntar, nada me hace más ilusión que ayudaros y compartir lo que sé 🙂 Besos!!
Siii muchas gracias!!
Es que viendo vídeos en youtube sobre yoga a veces ponen musica de fondo muy muy relajante y bonita…y quería eso! jejeje.
Pues la verdad que cuando descubrí tu blog, ha sido un vicio a leer artículos… 🙂
Un saludo!!!
Qué bien!! Me alegro de haberte ayudado y no dudes en preguntarme lo que sea.
Que ilusión me hace tu comentario!
Muchísimas gracias Alex.
Besos!! ?
Gracias por compartir este espacio Maria, me parece genial todo lo que escribes!
A mi, me pasó en una sesión que iba en manga corta y hacía muchísimo frío… Lo único que me pude poner que no fuera el abrigo era una chaqueta CON CAPUCHA! Erroooor! Me pasé toda la clase quitándomela de la cabeza por no coger un resfriado! Chaquetas sin capucha por favor! Jeje!
Hola Vera, muchísimas gracias. Cuanto me alegro de que te guste lo que escribo, a mi me gusta que estés ahí para leerlo y más aún que me cuentes tus experiencias! Jajajaja…. ¡Me parto con lo de la capucha! Toda la razón, chaquetas y sudaderas con capucha para todo, menos para yoga! 😀
Gracias por tu comentario Vera! Besitos!! 🙂
María muchas gracias!! Si que me han osado algunas de las cosas que has indicado pero casi siempre por no decir siempre consigo abandonarme en savasana y me encanta. Y lo de hablar en clase…. Te puedo decir que deje mi anterior escuela de yoga precisamente por eso y por la cantidad de ruido que había alrededor.
Hola Meme, gracias a ti por estar ahí! Jo, pues si consigues abandonarte en Savasana pase lo que pase saldrás flotando, eso está genial, porque a mucha gente nos cuesta a veces abandonarnos del todo en Savasana, por eso es la asana más difícil 😉 Y que faena lo de tu anterior escuela, yo he tenido mucha suerte y no me ha pasado, pero seguro que al final te han hecho un favor y te has ido a un sitio mejor 🙂 Gracias por tu comentario. Un besazo!